lunes, 20 de octubre de 2008

Contradicciones norteamericanas

Hace unos días leía sorprendido en “The New York Times” como la “Metropolitan Transportation Authority” está creando infraestructuras para la instalación de publicidad en los túneles del metro de Nueva York, entre estación y estación. Los trabajos forman parte de un plan que tiene como objetivo convertir en plataforma publicitaria toda la red de metro. Y cuando digo, toda, quiero decir toda. A la publicidad ya existente en los paneles y papeleras de estaciones y pasillos, así como a la del interior de los vagones, se sumará la que se instalará en los torniquetes de entrada al metro, en nuevas pantallas digitales en el interior de las estaciones, en la proyección de imágenes en los muros de las estaciones y en los paneles exteriores de los vagones. Pero la gran novedad, sin duda, es la instalación de paneles en el interior de los túneles que, con la velocidad del tren, producirán en los viajeros la sensación de estar viendo imágenes en movimiento, algo a lo que por otro lado ya están acostumbrados en ciudades como Tokio y Pekín; y que Los Ángeles implementó el pasado mes de mayo.

(El siguiente video, de un fabricante chino, muestra cómo funciona la tecnología usada.)



“The New York Times” se hacía eco de las protestas de grupos de consumidores, que veían en el anuncio un asalto a los viajeros, a los que les será prácticamente imposible escapar a los mensajes comerciales en la utilización del servicio de metro.

Curiosamente, los planes de la “Metropolitan Transportation Authority” de Nueya York coincidían en el tiempo con la publicación en los Estados Unidos de “Tribes”, el último trabajo del gurú Seth Godin. En él proclama algo así como que el marketing de nichos es el futuro (pero dicho de otra manera, claro, ¡por algo es un gurú!). De todas formas, es su insistencia en la muerte del marketing masivo lo más llamativo para mí, sobre todo tras el anuncio de la “Metropolitan Transportation Authority”. Godin nos recuerda que Internet supuso, entre otras cosas, la aparición del marketing de permiso. “Ads that went to people who wanted them outperformed (50:1) ads aimed at strangers. Suddenly, respect becomes profitable”, escribe.

Lo traduzco por si no lo entiendes y, también, a modo de énfasis: el respeto al consumidor se está volviendo rentable.

Lo suscribo al cien por cien, pero no creo que piensen lo mismo en la “Metropolitan Transportation Authority”. Contradicciones norteamericanas.

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