sábado, 28 de junio de 2008
De Programas y Manuales de Acogida
Recursos Humanos, una vez obtenidos sus datos y firmado el contrato, la "despachó" sin mayores atenciones. El responsable de su departamento está demasiado agobiado de trabajo para atenderla. A sus compañeros les sucede otro tanto de lo mismo, aunque alguno ya le ha advertido que pasó por su misma situación, y se planteó abandonarlo todo a los seis meses.
Mi pobre amiga dedica su tiempo a tratar de familiarizarse con los productos de la empresa y sus clientes, a la espera de que alguien tenga tiempo y comience a darle trabajo. Diariamente se carga de dosis de paciencia para que la frustración no la venza.
Su situación no es muy diferente a la que viven muchos jóvenes y/o profesionales que arriban a nuevas empresas con grandes dosis de entusiasmo y optimismo, y se encuentran en los primeros días literalmente abandonados a su suerte y desatendidos.
Curiosamente, cuando mi amiga me describe su situación yo estoy participando en el diseño de un programa de acogida para una mediana empresa. Este tipo de iniciativas todavía son muy escasas, pero afortunadamente comienzan a cobrar relevancia. El pasado domingo, por ejemplo, el suplemento Negocios de "El País" describía el plan de aterrizaje de "Leche Pascual" .
En blogs como el maravilloso Mi ideoblogía de Javier Panzano describen a la perfección lo que deben ser las líneas maestras de un plan de acogida, y el mismo Javier da las claves para la elaboración de un manual de acogida.
En "La empresa sensual", leo muy divertido como Jesús Vega, ex director de RR.HH. del Grupo Inditex, describe parte de lo que fue su programa de acogida en el grupo textil gallego. Él mismo cuenta que no le resultó nada fácil verse de la noche a la mañana doblando camisas en una tienda de Zara, como parte del proceso de conocimiento de la empresa.
Lamento mucho que mi amiga no se pueda beneficiar de este tipo de programas y herramientas, pero me decepciona de igual manera ver cómo muchas de nuestras empresas, en el año 2008, siguen muy, pero que muy perdidas en la gestión y comunicación de sus Recursos Humanos, su principal riqueza.
domingo, 22 de junio de 2008
"Nothing sells like celebrity"
Así titula hoy The New York Times el artículo en el que analiza el uso de famosos por parte de las empresas para conseguir más ventas. Curiosamente, el reportaje del periódico norteamericano coincide con otro de El País en el que se analiza cómo los grandes 'chefs' españoles están utilizando su poderosa imagen de marca para diversificarse hacia nuevas actividades empresariales . Aunque ya he tocado el tema en alguna entrada anterior , da mucho juego y no me he podido resistir a volver sobre él. Hace unas semanas, por ejemplo, me percaté de que Danone había prescindido de Ronaldinho en su nueva campaña publicitaria, y echado mano de Messi y Robinho, por aquello de seguir manteniendo ante su target el equilibrio deportivo, en un país presuntamente dividido entre el Real Madrid y el FC Barcelona. ... Y ante el descenso en popularidad del futbolista brasileño. Lo que desconocía era la presunta maldición que existe entre aquellos deportistas que prestan su imagen a Danet. Anécdotas aparte, lo que no comparto es la conclusión de "The New York Times": que los famosos pueden ayudar a promocionar cualquier producto que exista en el mercado.
miércoles, 11 de junio de 2008
El lenguaje no verbal también cuenta... y mucho.
lunes, 9 de junio de 2008
El problema de la marca-país
Es decir, mientras el "Made in Spain" puede beneficiar la exportación de vinos, y otros pocos productos que se pueden apoyar en la imagen del país, por lo general perjudica a la internacionalización de nuestras empresas. De hecho hay estrategias de branding que ocultan el origen español de productos y servicios para minimizar los riesgos.
Como no quiero cerrar de una manera tan negativa esta entrada, quiero recordar a Mikel Urizarbarrena, fundador y presidente de Panda Security (antes Panda Software), una de las empresas tecnológicas españolas más internacionalizadas, quien siempre ha afirmado que el origen español de la empresa no la perjudicó en su internacionalización, "porque al fin y al cabo los clientes internacionales en lo que se fijan es en la calidad de tu propuesta de negocios, y no en tu nacionalidad".