jueves, 7 de febrero de 2008

La "personalización" de las Pymes

Arranco este blog con una obsesión personal: la imposibilidad, en demasiadas ocasiones, de poder conocer quién integra una Pyme a través de su página web.

Que necesito saber quién es el director Comercial, el responsable de Compras o el de Recursos Humanos,... oye, resulta imposible: no hay forma de saberlo.

Hombre, no pido un CV con foto para cada uno de ellos (cosa que por otro lado sería lo ideal), pero al menos nombre, cargo y dirección de correo electrónico de los principales directivos.

De todos es conocido que a la empresa española, y especialmente a la pyme, no le gusta hablar de sí misma. Tradicionalmente han sido opacas, y esa falta de transparencia la han trasladado a Internet, ocultando los nombres de aquellos que las han creado, desarrollado y que, actualmente, las dirigen.

Cuando lo hacen me pregunto si se trata de ocultar alguna ilegalidad, falta de orgullo en relación con la empresa o algún otro oscuro motivo. Francamente, uno no sabe muy qué pensar. En todo caso, esa opacidad empresarial, hoy en día, sólo transmite mensajes negativos.

Lo más curioso es que, luego, en la propia página web se habla del "gran equipo profesional" que integra la empresa, su "gran experiencia" en el sector, etc.

Bueno, pues que nos hablen más detenidamente de todo ello, ¿no?

Entre otras cosas, porque si hay algo que a los españoles (y a los latinos en general) nos distingue a la hora de hacer negocios es la importancia de las relaciones sociales con la otra parte. Vamos, que necesitamos conocerla, interactuar con ella, antes de sentarnos a hablar de trabajo.

Pues bien, permitamos que se nos conozca: identifiquémonos, con nombres, apellidos y cargos. Describamos nuestra experiencia, nuestros valores. Posicionémonos, en definitiva, como grupo humano de trabajo en el mercado, distinguiéndonos de la competencia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No estoy muy segura de compartir tu opinión sobre qué información es necesaria o no en la web de una pequeña empresa; creo que antes habría que saber lo que buscan sus visitantes en ella, y que para evitar dudas sobre oscurantismo, o posibles ilegalidades, sería suficiente, por ejemplo, con señalar el Registro Mercantil en la que está inscrita.

Además, y viviendo como vivimos ante una permanente pantalla publicitaria... ¿no es interesante que el público en general conozca lo que se ofrece por lo que es, y no por quién está detrás, sin ningún tipo de condicionante previo? Si no soy un nombre conocido en el sector... ¿no corro el riesgo de que nadie se interese por lo que hago?

En fin... es un tema interesante que daría para mucho más que este comentario...

De todos modos, enhorabuena por el blog. Hay que tener muchas ganas de comunicar para atreverse con temas tan específicos como este.

Juanjo A. Gestoso dijo...

Muchas gracias por tu comentario, Salomé. Entiendo tu punto de vista, pero pienso que nuestras pymes pecan por defecto y no por exceso, precisamente, en este punto. Cuando pregunto a empresarios y ejecutivos sobre este aspecto, se sorprenden por la observación. Generalmente mencionan excusas como el evitar ser bombardeados por correos basura, llamadas telefónicas de escaso interés, etc. Me parecen, eso, excusas que sólo reflejan la tradicional opacidad de nuestras empresas. ...Y puestos a elegir, prefiero como valor para una empresa la transparencia al oscurantismo, al menos como punto de partida. Luego, por supuesto, habrá excepciones y situaciones especiales. Desde luego que la competitividad de una empresa no se reduce a los nombres de las personas que están a su cargo. Es mucho más complejo, ¿verdad? Pero insisto, no sé qué perjuicio le ocasiona a una empresa el hacer públicos (como mínimo) los nombres de las personas que participan en el proyecto.