viernes, 31 de julio de 2009

Los efectos de "cookies" cada vez más sofisticadas

Interesante artículo el que publica hoy The New York Times sobre las empresas que están conectando las bases de datos offline y online de los consumidores norteamericanos. Cuando DoubleClick lo intentó en el año 2000 tuvo que abandonar el proyecto ante la fuerte oposición con que se encontró entre políticos y líderes sociales.

Si hace ya años que la navegación anónima a través de Internet es una quimera, la sofisticación de las cookies, esas piezas de software instaladas en nuestro ordenador que almacenan datos sobre nosotros, comienzan a convertir nuestras excursiones por la Red en experiencias muy diferentes. Hasta hace unos años las cookies guardaban únicamente nuestra contraseña para entrar, por ejemplo, en la cuenta de correo de Yahoo o Hotmail, pero este software hace ya tiempo que puede indicar a las webs que visitamos nuestra edad, sexo, ingresos, presencia de niños en el hogar, situación urbana o rural del mismo, etc; y todo ello en tiempo real. Para los departamentos de Marketing, obviamente, las cookies son una joya. Gracias a ellas, las posibilidades de personalización de los contenidos de una web son tremendas. Y si se conectan los datos offline y online de los consumidores, pues imagínate. "By using real-world data online, marketers can customize messages even further — showing different products to people with different shopping habits, whether it is in ads, an e-mail message or in semipersonalized Web pages", se recuerda en el artículo.

El problema es hasta qué punto se vulnerará la privacidad de los consumidores. Las alarmas, por si acaso, ya han vuelto a saltar, como se destaca en el artículo.

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